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El poder oculto del contagio emocional en el liderazgo

  • Foto del escritor: Adriana Bárbara
    Adriana Bárbara
  • 3 abr
  • 4 Min. de lectura

Imagina el siguiente escenario: Estás en una sala de juntas con el resto de tus compañeros de equipo, en eso llega tu jefe, aún sin mencionar palabra alguna, lo detectas ansioso y estresado. La junta empieza y se percibe un ambiente tenso. Te sientes incómodo y nervioso, tus compañeros también lo están. Empiezas tu presentación y se te bloquea la mente, no te sientes libre ni confiado para presentar tu proyecto. En la junta, hay comentarios ásperos y cortantes de tu jefe, el resto del equipo se muestra callado. Finalmente termina, salen todos con una sensación de profunda tensión, se sienten estresados y les resulta complicado concentrarse en el resto del día. ¿Has experimentado algo similar?


Este es un claro ejemplo de cómo un líder contagia sus emociones a su equipo.

El “Contagio Emocional en el Liderazgo” es un fenómeno clave que influye directamente en la productividad, la toma de decisiones, la creatividad y la cultura organizacional.


Si un líder no gestiona sus emociones, genera tensión, incertidumbre y desmotivación en su equipo. El estrés, la frustración y la ansiedad se contagian rápidamente, afectando el ambiente y el rendimiento de los colaboradores. Con el tiempo, esto aumenta la rotación de personal, los conflictos internos y la pérdida de confianza y compromiso en el equipo.


El contagio emocional sucede en segundos y sin que lo notemos.


A continuación, te explico cómo se desarrolla este proceso desde el líder hacia su equipo y qué sucede a nivel neurológico y psicológico en los colaboradores.


1.- Detección inconsciente de la emoción (Neuronas espejo y sistema límbico)


  • El tono de voz, las expresiones faciales, la postura y la energía de la comunicación del líder es captada por su equipo de manera inconsciente activando el sistema límbico, el cual es responsable de procesar las emociones y generar respuestas automáticas.

  • Las neuronas espejo se activan y reflejan las emociones ajenas.


En este primer punto, si la persona no tiene la habilidad de la autoconciencia y el autodominio, muy seguramente habrá ya reaccionado de alguna manera.


2.- Evaluación emocional (Córtex prefrontal y filtro cognitivo)


  • Una vez activado el sistema límbico (cerebro emocional), entra en acción nuestro cerebro racional (córtex prefrontal), el cual evalúa la emoción percibida y revisa qué tan relevante es.

  • Bajo este análisis, la clasifica como amenazante generando una respuesta defensiva, o bien, si la clasifica como positiva, genera una respuesta de entusiasmo o confianza.


3. Interiorización emocional


  • Si el líder reacciona comúnmente así ante el estrés, su equipo lo imitará, amplificando el impacto en toda la organización y moldeando su cultura.


Veamos cómo es que se desarrollan estos pasos tomando el ejemplo anterior:


Cuando el líder llega a la sala de juntas estresado y ansioso, muestra un rostro desencajado, su tono de voz es duro, sus palabras son ásperas y con molestia, su postura es rígida y cerrada. Su energía es negativa, ya que sus pensamientos están inmersos de enojo y preocupación. Los colaboradores lo perciben al instante y lo interpretan como una amenaza, generando a su vez rostros, posturas, tonos de voz y energía similares. Esto desencadena cortisol, generando estrés y nublando la creatividad y razonamiento.


Si la reacción del líder ante situaciones estresantes suele ser así, los colaboradores aprenderán a reaccionar de la misma manera ante circunstancias similares, afectando con un efecto multiplicador al resto de la organización y definiendo, hasta cierto punto, rasgos importantes en la cultura organizacional.


Para evitar un impacto negativo y fomentar un ambiente positivo, como líder puedes desarrollar tu Inteligencia Emocional con estos tres pasos:


1. Autoconciencia emocional


Antes de reaccionar, identifica tu estado emocional. Pregúntate: ¿Cómo me siento? ¿Cómo afecta mi lenguaje y tono? Practica la autoconciencia y la respiración consciente.


2. Regulación emocional


Gestiona tus emociones en lugar de reaccionar impulsivamente. Respira antes de hablar, cambia tu enfoque y usa un tono sereno para influir positivamente.


3. Influencia emocional positiva


Modela el comportamiento que quieres ver. Mantén una energía positiva, usa gestos y palabras que inspiren y transmite confianza con tu postura y tu voz.


Estos pasos te ayudarán como líder a contagiar emociones positivas y crear una cultura organizacional sana.


El liderazgo no solo se trata de tomar decisiones y dirigir estrategias, sino de influir en las emociones y la energía del equipo. Un líder con inteligencia emocional comprende que su estado emocional impacta directamente en el desempeño, la creatividad y el compromiso de sus colaboradores.


Dominar el contagio emocional es clave para construir equipos sólidos y resilientes. Al desarrollar la autoconciencia, la regulación emocional y la influencia positiva, puedes transformar no solo el clima laboral, sino también los resultados y la cultura organizacional.


Las emociones son contagiosas. La pregunta es: ¿qué tipo de energía has estado transmitiendo como líder?


En mi proceso de Coaching en Neurociencia, ayudo a mis clientes a desarrollar la habilidad de la autoconsciencia y gestión mental y emocional para desarrollar su Inteligencia Emocional.

Si deseas aprender a entrenar tu mente hacia un estado constructivo y mejorar tu calidad de vida y liderazgo, te invito a conocer mi programa de Coaching en www.adrianabarbara.com. Descubre cómo la ciencia puede ayudarte a alcanzar tus metas.


No te pierdas mi próximo artículo, donde seguiremos explorando sobre la mente y cómo usarla de manera efectiva para lograr sus objetivos.

 

 

 

 
 
 

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